jueves, 25 de enero de 2018

El materialismo dialéctico


Presentación…………………………………………………………………………………….………..1

Introducción…………………………………………………………………………………….………..3

Tratado del materialismo dialéctico…………………………………………..…….……….4

Lógica y superestructura………………………………………………………………….……….6

El cero y la negación……………………………………………………………………….………..7

La dialéctica como método………………………………………………………………………8

Doble determinación……………………………………………………………………………….9

Lógica e ideología…………………………………………………………………………………..10

Lógica de clases………………………………………………………………………………………11

Lógica y lenguaje……………………………………………………………………………………16

El árbol y la cuadricula…………………………………………………………………………..17

Conclusión……………………………………………………………………………………………..19

Bibliografía……………………………………………………………………………………………20






Introducción
Se utiliza este preámbulo para dar a conocer el contenido de este material el cual requiere de unos métodos de trabajo que permite la fácil comprensión de los temas desarrollados.
Se ha utilizado un lenguaje sencillo con el objetivo de un mejor entendimiento y que los datos proporcionados puedan ser de interés.
En lo adelante se habla sobre el Tratado del materialismo dialéctico, Lógica y superestructura, Cero y la negación, Dialéctica como método. Además, se desarrollan los temas relacionados con la Doble determinación, Lógica e ideología, Lógica de clases, Lógica y lenguaje. Finalmente, se habla sobre el árbol y la cuadricula.
Es importante resaltar el concepto de lógica que es una ciencia formal que estudia los principios de la demostración e inferencia válida.
Otro punto importante es conocer el significado de la palabra dialéctica que se define como un arte aplicado al discurso, que se basa en la argumentación y en la contra argumentación para hallar una síntesis confiable. De dos razones, contrapuestas, surgiría una nueva, como síntesis de ambas. Fue Platón el primero en usar la dialéctica en sus “Diálogos” como método en su búsqueda de lo verdadero.









Tratado del materialismo dialéctico
El materialismo dialéctico es la ciencia que estudia las relaciones entre la conciencia y el mundo material objetivo, las leyes más generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento. La filosofía del marxismo se llama materialismo dialéctico porque constituye la unidad orgánica del materialismo y la dialéctica.
Es materialista porque parte del reconocimiento de la materia como base única del mundo, considerando la conciencia como una propiedad de la material altamente organizada, como una función del cerebro, como un reflejo del mundo objetivo; es dialéctico porque reconoce la concatenación universal de los objetos y fenómenos del mundo, el movimiento y desarrollo de éste como resultado de contradicciones internas que actúan dentro de él.
El tratado quería exponer el materialismo dialéctico, pero no como un sistema filosófico, sino como un movimiento, como un proceso de conocimiento que iba:
 
Lenin profundizó la concepción de las categorías fundamentales de la dialéctica materialista: materia y formas de su movimiento, espacio y tiempo, causalidad, libertad y necesidad, posibilidad y realidad, forma y contenido, etc.
Lenin impulsó la concepción de la ley de la unidad y lucha de los contrarios como ley fundamental el mundo objetivo y del conocimiento, como esencia y núcleo de la dialéctica, formulando proposiciones esenciales sobre las dos concepciones del desarrollo: desarrollo como disminución y aumento, como repetición y desarrollo como unidad de contrarios, de desdoblamiento de lo único en contrarios que se excluyen recíprocamente y se hallan en interacción.
Señaló que el conocimiento va del contenido vivo al pensamiento abstracto y de éste a la práctica; que la conciencia del hombre es activa, pues no se limita a reflejar el mundo, sino dentro de la práctica humana participa en su transformación revolucionaria.
Formuló la teoría de la verdad objetiva, relativa y absoluta, y señaló su intervinculación dialéctica. El punto central en la doctrina de Lenin sobre la verdad lo ocupa el problema del carácter concreto de la misma. Indicó que “la esencia misma, el alma viva del marxismo es el análisis concreto de la situación concreta”.
El enfoque dialéctico del conocimiento es, ante todo, un enfoque histórico. En su elaboración de la teoría del conocimiento Lenin concedía la atención particular a la necesidad del enfoque histórico, al examen de las formas de pensar en unidad con su contenido, y en relación con ello formuló las proposiciones fundamentales de la unidad de la dialéctica, la lógica y la teoría del conocimiento, determinó los principios fundamentales de la lógica dialéctica y señaló las vías de investigación del problema de la sucesión histórica en la formación de las categorías del pensamiento. Lenin determinó la vía que debía seguirse: la historia de la filosofía, la historia de las distintas ciencias, la historia del desarrollo mental del niño, la historia del desarrollo mental de los animales, la historia del idioma, más la psicología y la fisiología de los órganos de los sentidos: tales son las regiones del saber de las que debe formarse la teoría del conocimiento y la dialéctica.
En términos generales, el contenido del materialismo dialéctico, toca en primer lugar las cuestiones generales acerca de la materia y sus formas de existencia; las relaciones de ésta vistas a través de las categorías de la dialéctica; el desarrollo de la materia y sus leyes, y la percepción de la realidad material en la mente de los hombres, es decir, la teoría del conocimiento.
El materialismo dialéctico parte del reconocimiento de la prioridad de la materia y del carácter secundario de la conciencia y considera que el mundo es la materia en movimiento. La materia no puede ser creada ni destruida; es eterna e infinita. El mundo es la diversidad de formas de movimiento de la materia, infinitas en el espacio y en el tiempo.
El materialismo dialéctico parte del hecho de que el conocimiento es un reflejo del mundo en la conciencia del hombre, inseparable del cambio del objeto de conocimiento en el curso de la práctica social. La práctica es base de la formación y desarrollo del conocimiento en todos sus grados, fuente del saber, estímulo fundamental y meta del conocimiento, esfera de aplicación del conocimiento, criterio de la verdad de los resultados del proceso de conocimiento y “determinante de los vínculos del objeto con aquello que el hombre necesita” (Lenin). La actividad práctica del hombre se halla unida obligatoriamente a la actividad cognoscitiva.
Según la interpretación corriente, el materialismo dialéctico considera las ideas, las instituciones, las culturas la conciencia como una construcción superficial y sin relieve sobre una substancia económica, la única sólida. El verdadero materialismo es completamente diferente. Determina las relaciones prácticas inherentes a toda existencia humana organizada y las estudia en tanto que condiciones concretas de existencia de estilos de vida, de culturas. Las relaciones, momentos y categorías simples están implicadas histórica y metodológicamente en las determinaciones más ricas y complejas, pero no las agotan.
El contenido dado es siempre una totalidad concreta. Este contenido complejo de la vida y de la conciencia es la verdadera realidad que se trata de lograr y de elucidar. El materialismo dialéctico no es un economismo. Analiza las relaciones y luego las integra en el movimiento total. "El sólo hecho de que sean relaciones implica la existencia de dos elementos presentes.
Cada uno de estos elementos es considerado en sí mismo. De este examen surge el carácter de su relación mutua, de su acción y reacción recíprocas. Se producirán antagonismos que exigen una solución... Examinaremos el carácter de ésta y veremos que ha sido obtenida por medio de la creación de una nueva relación, de la cual desarrollaremos los dos términos opuestos" (Engels, art. cit.).
Lógica y superestructura
Una teoría, más difundida que formulada, hacía de la lógica una superestructura (primero de la sociedad griega, luego de la sociedad medieval, después de la sociedad capitalista) ligada a la filosofía, es decir a una ideología (idealismo de la clase de los poseedores de esclavos, etc.).
Esta teoría es incompatible con varios textos de Marx y de Engels, según los cuales la lógica y el derecho (nacida la primera en Atenas y el segundo en Roma) han atravesado las épocas, los modos de producción, las transformaciones de las relaciones de producción.
Ahora bien, las superestructuras se derrumban junto con las estructuras sobre las que se han edificado, con las relaciones de producción constitutivas de su base. Así, pues, la lógica y el derecho no son superestructuras al mismo título que los elementos caducos de la cultura.
La teoría de las superestructuras y de las ideologías ha sido recogida, a menudo, de forma grosera y pueril.
El hecho de que la lógica no pueda definirse como una superestructura, solidaria de las ideologías que sobreviva a las transformaciones de los modos de producción (como la lengua) no quiere decir que sea inmutable. El hecho de que la forma pueda abstraerse del contenido, y el contenido de su forma, no quiere decir que sean indiferentes.
El cero y la negación
Para el desarrollo intelectual del hombre el descubrimiento del cero, su utilización y manipulación quizá́ sea un descubrimiento tan importante como la rueda para el desarrollo de la humanidad.
La negación, es la  llamada complemento lógico, es una operación sobre proposiciones, valores de verdad, o en general, valores semánticos. Intuitivamente, la negación de una proposición es verdadera cuando dicha proposición es falsa, y viceversa.
Hacia el 2500 a. C. en la civilización Maya, aparece el cero y se utiliza para desarrollar sus estudios astronómicos y las aplicaciones arquitectónicas, así como la gran obsesión de este pueblo, la medición del tiempo.
Muy lejos de allí, los sumerios, para la mayoría de los autores (solo Spengler piensa que fueron los puebles semitas) descubrieron o inventaron el cero para resolver los problemas aritméticos que el comercio originaba. Alejandro llevó el cero a Babilonia y, de allí, pasó a la India. Las relaciones comerciales de italianos y árabes, lo expandieron por Europa.
Los mayas destacan la vertiente técnica del cero mientras que en oriente se destaca el aspecto contable y posicional.
El mundo clásico no dejó pasar la oportunidad de considerar los matices filosóficos e intelectuales. En efecto, retoman la sensibilidad india, que consideraba el cero como el símbolo de sunya, esto es la nada, y daba la clave de la existencia.
Aunque los griegos, interesados en contar y medir, en el sentido geométrico, destacaron el carácter utilitarista de los números, pasaron a considerar la matemática como el estudio de los números y las imágenes, las áreas y las figuras.
Si entendemos que los números indican o simbolizan cantidades, es la expresión de una cantidad con relación a una unidad el cero podría tener la interpretación de una medida. Entonces, tendremos solo símbolos, destacando el carácter posicional y practico sobre el aspecto filosófico. Esta vertiente intelectual del cero traerá́ consigo la aparición de la contradicción de tener algo de nada.
En este sentido simbólico, una cosa es que exista el símbolo, desde la perspectiva semiótica, sin entrar en su correlato semántico y otra que exista lo que representa.
El «cero» no puede concebirse, lógicamente, más que como neutro: punto inicial o final, comienzo de un orden (o de un desorden) o fin de el, parte vacía de un conjunto o conjunto de medición nula.
Y aunque nulo y neutro tengan una relación, no coinciden, sin embargo. Ejemplos: en un espacio vectorial, de n dimensiones, en el que se considera el conjunto de las series ordenadas de números, la suma de dos vectores se define según una ley de composición interna. 
De igual manera, en una suma de matrices se verifica la existencia de un elemento neutro, la matriz nula. Por el contrario, en el caso de los grupos multiplicativos, es el número 1 (no nulo) el que proporciona el elemento neutro, puesto que 1 X1 = l. Pero si se coge el grupo simétrico de un real módulo 1, tiene como elemento neutro, 9999... Neutro y nulo, en estrecha relación, no coinciden, es decir, que ya aquí́ aparece lo dual.

La dialéctica como método
La dialéctica como método ha tenido distintos significados a lo largo de la historia: se ha entendí como el arte del diálogo y la discusión; también como la lucha de los contrarios por la cual surge el progreso de la historia;  otras es, como una técnica de razonamiento que procede a través del despliegue de una tesis y su antítesis, resolviendo la contradicción a través de la formulación de una síntesis final; como el arte de ordenar los conceptos en géneros y especies.
También como un modo de elevarse desde lo sensible hacia lo inteligible, es decir partiendo de la certeza de los sentidos hacia el desarrollo de conceptos de un mayor grado de universalidad y racionalidad.
Y por último, teoría y método de conocimiento de los fenómenos de la realidad en su desarrollo y auto movimiento, ciencia que trata de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento humano que surge en oposición a la metafísica.
Tiene su origen en la antigüedad griega. Se retomó hasta la modernidad con Hegel y Marx.  Era la manera de llegar a la verdad mediante la discusión y la lucha de opiniones, tratando Su esencia está determinada por las fuentes teóricas y científicas y por las categorías fundamentales del movimiento, del espacio y del tiempo.
El método dialéctico es muy importante porque nos permite comprender de mejor manera los problemas de la realidad para poder analizar los fenómenos del mundo la naturaleza, sociedad y del pensamiento. Es el método por el cual se llega a conocer el mundo, a entender las contradicciones internas y externas, a conocer las causas y cada unas de las cosas como son a partir de las ciencias.
El método dialéctico constituye el método científico de conocimiento del mundo. Proporciona al hombre la posibilidad de comprender los más diversos fenómenos de la realidad. El método dialéctico al analizar los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento permite descubrir sus verdaderas leyes y las fuerzas motrices del desarrollo de la realidad.

La dialéctica tiene las siguientes características:
Doble determinación

Este principio, pieza importante de la dialectización de la lógica y de la «logicización de la dialéctica, va más lejos de lo que parece a primera vista. No se trata solamente de las parejas «disyunción-conjunción o «pertenencia-exclusión», ni de las propiedades duales.
En este sentido, la conciencia es el inconsciente. Dicho de otro modo, la conciencia y el inconsciente «son la doble determinación, la doble denominación, de lo mismo (acto), de la misma (identidad). Lo mismo (acto) podrá decirse, pues, en términos de conciencia, de <<mí, de sujeto-y de inconsciente, de deseo. Pero no son solamente dos lenguajes para decir la misma cosa (lo cual sería redundante, pleonástico, y disimularía la identidad vacía, la tautología).
La doble determinación revela la diferencia que ella encierra, en una identidad concreta. Siempre surge la tentación de sustancializar una determinación, ya sea lo finito, ya sea lo infinito, ya sea la conciencia. (El «yo, el «mí», el «sujetan), ya sea lo inconsciente; y de construir, así, un modelo filosófico. Pero la operación fracasa siempre porque, al forzar una determinación, se pierde, se deja abolida la otra.

Doble determinación y lógica dialéctica
A)    Lógica formal, profundizada, no prohíbe el pensamiento dialectico. Al contrario: muestra su posibilidad, deja abierta su exigencia, y su espera, y su trayecto; <<fundan su necesidad. La lógica formal remite a la dialéctica, por la mediación de la lógica dialéctica. Después de lo cual, ese movimiento se invierte, y la lógica formal no aparece ya más que como reducción del contenido, abstracción elaborada, elemento neutro (vacío, transparente) de todo paso. . a) Podrían deducirse argumentos de mucho peso del análisis, inaugurado por los lógicos, los filósofos, los lingüistas de proposiciones singulares, tales como: «Ella no llora porque esté enferma... » Enunciado afirmativo si el «locutor>> se queda ahí. Enunciado interrogativo e hipotético si se indica: ¿por qué llora, pues? Enunciado disyuntivo si el locutor, precisa: «Ella no llora porque esté enferma, sino porque tiene que irse».

El análisis lógico o semántico corta y desmembrar la frase en proposiciones; este análisis es falso. «Ella no llora»; ahora bien, sí que llora, ¡y la frase significa que ella llora! Así, la afirmación tiene «valor de verdad». Lo cual no basta, quizá, para reconciliar la verdad con el valor, pero atestigua una búsqueda para reunir las dos determinaciones (para ampliar las nociones referentes a la relación del significado con el significante).

B)     La noción de lógica concreta y la de lógica dialéctica convergen. Por lógica concreta puede entenderse la búsqueda de relaciones entre el orden próximo y el orden lejano, en el espacio, en el tiempo, en el discurso
, etc.
Lógica e ideología
El análisis dialéctico presupone la forma lógica, que permite poner en evidencia las contradicciones y su «jerarquía» (contradicciones esenciales o. subordinadas, aspecto principal de la contradicción;  el conocido texto de Mao-Tse-Tung.
Se puede concebir una polarización del conocimiento y de la práctica, que vaya del polo lógico (tautología vacía y transparente) hasta el polo del contenido (práctica social, relación con «objetos reales», resistentes, opacos). Cuanto más se aproxime una proposición o una serie de afirmaciones al polo lógico, su contenido es menos conflictual, móvil, dramático e histórico, está menos ligado a las relaciones de clase, a las estructuras sociales, a los objetos de la percepción sensible y de la «naturaleza».
Sin embargo, esta implicación puede velarse con ideología, servir de pretexto o de soporte a una ideología. (Por ejemplo, determinada representación del espacio, aparentemente formal, puede encubrir una ideología; el espacio mental, homogéneo, isótopo, desde el momento en que es presentado o representado como social, es ideológico).
Lo que define a una ideología, a la filosofía, es plantear un saber absoluto o bien una sustancia inicial (el sujeto y el objeto erigidos en verdades metafísicas), proyectarlos en una transparencia. ¿Acaso la lógica no es lo que parece transcendente o inconsciente, porque es inherente a toda actividad consciente, a toda operación mental? Da la impresión de lo trascendente o de lo «inconsciente» por su presencia-ausencia. Y, sin embargo, es lo inverso del absoluto metafísico: lo relativo integral (integrado en toda relación -integrando las relaciones, especificidades y diferencias). Es necesario, pues, a este propósito, denunciar la ilusión filosófica que objetiva, sustantivita.
El pensamiento metafísico puede, entonces, representarse polarmente. Habría: a) La metafísica de la sustancia, del «ser» (según la identidad: «el ser es», «el ser es lo que es) b) La metafísica del sujeto (según la identidad: «yo soy lo que soy, el «YO» absoluto; cf. Fichte).
En los dos casos, la identidad lógica es identificada con el contenido absoluto (hipóstasis). El pensamiento metafísico extrapola al introducir un contenido ficticio (ideológico) en la forma, y al identificarlo con la forma. Siendo así que la identidad lógica es el elemento neutro, vacío, transparente, de todo pensamiento. Incluido el pensamiento llamado filosófico. Sería fácil, además, mostrar cómo muchos «pensadores» modernos oscilan entre dos postulados: a) Las implicaciones del funcionamiento del «espíritu».

Lógica de clases
La lógica de clases analiza la proposición lógica considerando la pertenencia o no pertenencia de un elemento o individuo a una determinada clase. Es la interpretación de una proposición o enunciado lingüístico bajo la formalización de la teoría de conjuntos, representada por Diagramas de Ven y símbolos del álgebra de conjuntos.
Por clase se entiende un conjunto de individuos que tienen una propiedad común. Nótese que la propiedad define a la clase, no al individuo, lo que lo diferencia esencialmente de la lógica de predicados. En este caso, por tanto, el valor de verdad viene dado por la relación binaria o dicotomía: pertenencia o no pertenencia a una clase. Por ello, la tabla de valores de verdad se explicita como tablas de pertenencia. Todos los conjuntos son clases, pero no todas las clases son conjuntos. Un conjunto es una clase que al menos contiene una clase, pero no a sí mismo.
La clase tiene sentido aun cuando no existan individuos. Así, la clase hombre, como concepto de hombre, existe como propiedad o concepto aunque no existan los hombres. De la misma forma que existe el concepto de "caballos con alas", aun cuando no existan pegasos. Pero ni el concepto pegaso es un "pegaso" ni el concepto hombre es un "individuo humano" que pertenezca al conjunto.
Así, no es lo mismo decir: "Hs = Sócrates es un hombre" (donde atribuimos una cualidad que atañe al ser mismo de Sócrates), que decir: "S \in H = Sócrates pertenece a la clase de los hombres."
Actualmente la lógica llamada tradicional, silogística, se interpreta como lógica de clases.
Una clase es un conjunto de individuos que tienen, al menos, una propiedad común, que es la de pertenecer a una determinada Clase. En definitiva, dada una propiedad cualquiera, por ejemplo, la propiedad de ser marxista-leninista o río de Siberia o dios etrusco, es evidente que pertenecerían a cada una de estas clases [conjuntos o colecciones] todas aquellas entidades que reúnan tales propiedades. De este modo, surgiría el conjunto o clase de los marxistas leninistas, de los ríos de Siberia o de los dioses etruscos.
El símbolo de pertenencia a una clase es: e
En este sentido [x e A] lo deberíamos leer como:
"x pertenece a la clase A"
En la Lógica de clases los predicados se emplean de modo extensional. Es decir, no interesa la comprensión de un predicado (lo que connota) sino únicamente su extensión (lo que denota). Así, en Lógica de clases no interesa saber, por ejemplo, en qué consiste ser filósofo (comprensión o connotación del término) sino únicamente que hay un conjunto de individuos (extensión o denotación del término) que forman la clase de los filósofos y que están en relación con otras clases, por ejemplo, la de los mortales o la de los hombres.
Las clases son los elementos más simples de la lógica. Ahora bien, las clases no son proposiciones, y, por tanto, no pueden ser verdaderas o falsas. Por ejemplo, la clase de las sirenas, es simplemente vacía, no falsa. Falsa sería si afirmáramos que: "algunas sirenas leen a Platón".
Es posible hacer conexiones entre clases (por ejemplo se podrían unir la clase de los filósofos y la clase de los españoles) Ahora bien, con tal unión solo obtenemos una nueva clase (los filósofos españoles), no una proposición. Lo mismo sucede con el Complemento o negación de pertenencia de una clase a otra. Solamente cuando se establecen relaciones entre clases se obtienen verdaderas proposiciones (por ejemplo, la clase de los filósofos se incluye en la clase de los mortales, que es lo mismo que decir que los filósofos son mortales) en una relación de inclusión de una clase en otra.

Elementos y su simbolización

Universo: es la clase de todas las clases, de todos los elementos del universo que estemos considerando. Se la llama clase universal “U”.

Clase vacía: clase que no tiene ningún elemento: Ø

Individuosx_2x_3....x_n
Clase: conjunto de individuos que tienen una propiedad en común. Puede significarse de varias maneras:
A = (x_2x_3....x_n) - Por enumeración
A = (Todos los nacidos en Asturias) - Por definición de una propiedad
A = \bigwedge x ( x/ nacido en Asturias) - Por un función proposicional cuantificada
Pertenencia: \in No pertenencia: \notin
Generalizador\bigwedge x Todo x.
Particularizador\bigvee  x Algún x

Conectivas\land, \vee, \rightarrow, \leftrightarrow Definidas de igual forma que en la lógica de enunciados relativas a la pertenencia o no pertenencia de un individuo a una clase.

La negación se define como una operación entre las clases, la clase complementaria.

Operaciones entre las clases y su simbolización
a) Clase complementaria: clase complementaria de una clase A es la clase formada por todos los elementos que no pertenecen a esa clase A.
 A = \bigwedge x (x \in A)
\bar A  = \bigwedge x (x \notin A)
 Observemos que equivale a la negación.
Definición Clase Complementaria
A
\bar A
\in
\notin
\notin
\in
b) Clase unión o unión de clases: la clase unión de dos clases A y B es la clase formada por los elementos que pertenecen a una o a otra clase.
A = \bigwedge x (x \in A)
B = \bigwedge x (x \in B)
A \cup B = \bigwedge x (x \in A \lor x \in B)
Observamos que equivale a la disyunción.
Definición Clase Unión de Clases
A
B
A \cup B
\in
\in
\in
\in
\notin
\in
\notin
\in
\in
\notin
\notin
\notin
b) Intersección de clases o clase intersección: clase intersección de dos clases A y B es la clase formada por los elementos que pertenecen a una y a otra clase.
A = \bigwedge x (x \in A)
B = \bigwedge x (x \in B)
A \cap B = \bigwedge x (x \in A \land x \in B)
Definición Clase Intersección de Clases
A
B
A \cap B
\in
\in
\in
\in
\notin
\notin
\notin
\in
\notin
\notin
\notin
\notin
Observamos que equivale a la conjunción.
c) Diferencia: clase diferencia es la clase formada por los elementos de A que no pertenecen a B.
A = \bigwedge x (x \in A)
B = \bigwedge x (x \in B)
 A - B = A \cap \overline{B} = \bigwedge x (x \in A \land x \in \overline{B})
Definición Clase Diferencia de Clases
A
B
A - B
\in
\in
\notin
\in
\notin
\in
\notin
\in
\notin
\notin
\notin
\notin
Relaciones entre las clases
a) Identidad o equivalencia: puede suceder que todos los miembros de una clase lo sean también de otra, y viceversa. Por ejemplo:
A = \bigwedge x (x \in A);
B = \bigwedge x (x \in B)
A = B; def. \bigwedge x (x \in A \leftrightarrow x \in B)
A = Todos los niños que tienen un año de edad. B = Todos los niños nacidos hace un año.
Pongamos atención en que la equivalencia se refiere a la extensión de los individuos que pertenecen a la clase, pero formalmente la propiedad que la define puede ser diversa. Por ello tiene sentido decir A = B como clases diferentes, pero equivalentes.
b) Inclusión: cuando todos los miembros de una clase pertenecen a otra
A = \bigwedge x (x \in A);
B = \bigwedge x (x \in B)
A \subset B; def.   \bigwedge x (x \in A \rightarrow x \in B)
c) Disyunción: cuando ningún elemento de B pertenece a A, ni ningún elemento de A pertenece a B.
A = \bigwedge x (x \in A);
B = \bigwedge x (x \in B)
A | B; def.   \bigwedge x(x \in A \rightarrow x \notin B) \land (x \in B \rightarrow \notin A); A | B = A \subset \bar{B}

Proposiciones tipo

La clásica clasificación aristotélica:
Tipo A: todos los S son P. "Todos los hombres son mortales", se interpreta como:4
\bigwedge x (x \in S \to x \in P)\leftrightarrow \quad S\subset P
Tipo E: ningún S es P. "Ningún hombre es mortal", se interpreta como:
\bigwedge x (x \in S \to x \notin P) \leftrightarrow S \subset \bar P
Tipo I: algún S es P. "Algún hombre es mortal", se interpreta como
\bigvee x (x \in S \land x \in P) \leftrightarrow S \cap P
Tipo O: algún S es No-P. ´"Algún hombre no es mortal", se interpreta como
\bigvee x (x \in S \land x \notin P) \leftrightarrow \lnot (S \subset P)
Lógica y lenguaje
El lenguaje es algo que ha preocupado a millares de personas desde el comienzo de la humanidad. Entre ellos los filósofos, ya que "La filosofía es una actividad mucho más puramente verbal... La discusión verbal es el laboratorio del filósofo, en donde pone a prueba sus ideas"
Es por ello que se ha creado discusión respecto al lenguaje que debe utilizarse. Unos dicen que debe usarse un lenguaje ordinario, cotidiano, que es adecuado para la filosofía, entre ellos Wittgestein y Locke entre otros.
Otros dicen que no debe usarse un lenguaje ordinario, y proponen el uso de un lenguaje lógicamente perfecto, ya que un lenguaje ordinario es ambiguo, vago, inexacto y necesita siempre de contexto, tal como lo afirman Russell, Lebinz y Carnap. Norman Malcom, nos habla del modo en que Moore ataca el lenguaje lógicamente perfecto y refuta proposiciones filosóficas demostrando que si lo vemos desde el punto de vista del sentido común es absurdo lanzar tales proposiciones. Moore ataca las proposiciones dando razones o pruebas que como dice Malcom "sería sorprendentemente parecida en cada una de las proposiciones".
Lo que hace Moore es refutar al filósofo, no en su teoría o enunciado filosófico, sino en la manera de lanzarlo, es decir en el lenguaje que usa para ello. Es por eso que más adelante, Malcom nos dice "...hay dos modos en que una persona puede equivocarse cuando formula una proposición empírica.
En primer lugar, puede equivocarse acerca de los hechos empíricos; en segundo lugar, puede saber perfectamente cómo son los hechos empíricos, pero emplear mal el lenguaje para describirlos "Russell dice que "Todo lo que uno puede ver cuando mira un objeto es parte de su propio cerebro". Moore dice "Este escritorio que estamos viendo ahora ciertamente no forma parte de mi cerebro y, en realidad, yo nunca he visto una parte de mi propio cerebro".
Si lo leemos a simple vista, estamos de acuerdo con Moore ya que cuando vemos un objeto, decimos que vemos el objeto en cuestión, no nuestro cerebro. Pero si miramos la filosofía de Russell, quien era uno de los que propusieron y defendió el uso del lenguaje lógicamente perfecto, vemos que lo que él afirma no es tan literal como lo podemos tomar.
Malcom nos dice "Russell estaba diciendo que en realidad, decir que uno ve parte del propio cerebro, es un modo de hablar más correcto..." y más adelante continua "La proposición filosófica 'Todo lo que uno puede ver cuando mira un objeto es parte de su propio cerebro' puede ser interpretada como significativa de 'Cuando alguien mira un objeto, es emplear un lenguaje más correcto que decir que uno ve parte del propio cerebro que decir que se ve el objeto en cuestión”.
El árbol y la cuadricula
La imagen o representación global del conocimiento ha sido tomada prestada al árbol: el árbol de la ciencia y el árbol de las ciencias. En una serie de trabajos científicos, incluidos los de matemáticas y los de lingüística, esta imagen (o si se quiere este símbolo) ha sido formulada y esquematizada. El árbol es una grafía; y se encuentra en la teoría de los conjuntos y de las estructuras.
Ahora bien, una serie de investigaciones, desde la lógica algebraica y el álgebra de Bole hasta el análisis de espacio social (urbano),  permiten introducir la cuadrícula y afirmar la “superioridad” científica de la cuadrícula sobre el árbol, su validez y su valor de verdad más elevados.

En un árbol, el trayecto de uno a otro punto es obligado (forzoso y único); pasa inevitablemente por tal o cual cima y por la jerarquía de las cimas.  No se define más que por relaciones binarias (bifurcaciones, dicotomías, etc.). El espacio esta, así, completamente ordenado. Mientras que las cuadriculas y las semicuadriculas permiten múltiples recorridos para ir de cada punto a cada punto (e incuso un número ilimitado de recorridos).

EL árbol es la figura (grafía) de la organización burocrática; explicita su estructura, a la vez mental y social, práctica y teórica; rige a proyección del orden jerárquico burocrático en múltiples terrenos (tanto en a filosofía de sistema nervioso como en el funcionamiento de las máquinas de informar, y como en el espacio urbanístico).

Aunque el árbol y la cuadricula no tengan una diferencia “cualitativa”, llevada hasta tal punto por los lógicos y matemáticos, puede introducirse un “valor” de esas formas, pues el criterio y lo referencial son la práctica (social). La cuadricula implica y permite una racionalidad depurada, más compleja. 

La noción de complejidad va de lo complejo (analizado por reducción) a lo más complejo (captado por reproducción), al igual que la poca práctica social, estas tesis descansan sobre bases científicas y no sobre argumentos filosóficos. Se puede suponer que, hoy, en día, una serie de procedimientos analíticos que se refieren al espacio y a sus “aplicaciones” prácticas van a desplazarse desde el árbol hacia la cuadrícula.

Incluidos e análisis del espacio mental y social, de conocimiento, del lenguaje, de los procesos sociales, de la realidad urbana. Hay que notar que se trata de espacios no completamente ordenados, es decir, de estructuras semirigurosas (lattices) y no de estructuras rigurosas  como creen o parecen creer los estructuralistas.

Imitando (parodiando) el discurso ideológico de Miche Foucalt, se diría que el árbol (el esquema, la grafía) pertenece a la arqueología del saber, y la cuadrícula, a su actualización. De la misma manera que la urbanística suplanta, en “el epítema”  a la ergológica.










Conclusión
Al finalizar esta investigación se ha llegado a comprender la importancia que tiene conocer estos temas de interés que permiten entender a profundidad aspectos relacionados con la lógica y la dialéctica.
Se espera haber cumplido con los requisitos y haber llenado las expectativas relacionadas con el desarrollo del tema.
Es importante agregar que la lógica formal profundizada, no prohíbe el pensamiento dialéctico. Al contrario, muestra su posibilidad, deja abierta su exigencia, su espera y su trayecto.
La lógica formal remite a la dialéctica por la mediación de la lógica dialéctica. Después de lo cual, ese movimiento se invierte y la lógica formal no aparece ya más que como reducción del contenido, abstracción elaborada, elemento neutro (vacío, transparente) de todo paso.




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