jueves, 25 de enero de 2018

El Lenguaje


Lenguaje Natural, Lenguaje Formal, Lenguaje Artificial.
La Retórica, la Lógica y su aplicación en el Derecho

  

Introducción

Luego de analizar y reflexionar sobre los diferentes tópicos asignados en la materia, procedemos a destacar algunas ideas las cuales vamos a desarrollar ampliamente en el contenido. 
Abordaremos los diferentes tipos de lenguajes, iniciando por el  Lenguaje Natural el cual utilizamos los seres humanos en la comunicación ordinaria, porque ha sido formado paulatinamente mediante el uso del grupo social, a través de una dinámica histórica no deliberada.
Así como también el lenguaje formal que es aquel en el que se han eliminado los términos del lenguaje ordinario y se emplean únicamente símbolos.
El lenguaje artificial surge para resolver los problemas que plantea el lenguaje natural. Es el creado de una manera absolutamente consciente y voluntaria, a diferencia de la espontaneidad y lentitud que caracteriza a los lenguajes naturales.
Es importante destacar el tema de la retórica como la disciplina que estudia y sistematiza el lenguaje utilizado en los diferentes campos de conocimiento. Se dice que es “el arte del bien decir” o también “la habilidad técnica para expresarse de la forma adecuada” ya que cuenta con un sistema de recursos que sirve para la construcción discursiva y el enriquecimiento del mensaje. 
Y por último, pero sumamente interesante la lógica y la retórica aplicadas al derecho como herramienta y recurso para su desarrollo.

LENGUAJE NATURAL
Se llama lenguaje natural al que utilizan los seres humanos en su comunicación ordinaria, porque ha sido formado paulatinamente mediante el uso del grupo social, a través de una dinámica histórica no deliberada. Así, son los lenguajes naturales el castellano, el  inglés, el latín, el hindi o cualquier comúnmente hablado en algún momento y en algún lugar

El lenguaje natural posee una gran riqueza significativa, y no solo transmite descripciones sino también emociones, órdenes u otros mensajes. El contenido metafórico, las sugerencias, la ironía o el sutil arte de la poesía demuestran la capacidad del lenguaje natural para transmitir informaciones en distintos planos.

Esta función no se cumple sin algunos defectos como la vaguedad y la ambigüedad; pero aun estas características tienen su lado positivo: la ambigüedad permite cierta economía de palabras, ya que en un mismo vocablo sirve para varios significados; y la vaguedad se adapta generalmente al escaso nivel de precisión requerido por las comunicaciones de la vida cotidiana.

El término lengua natural designa una variedad lingüística o forma de lenguaje humano con fines comunicativos que está dotado de una sintaxis y que obedece supuestamente a los principios de economía y optimidad. Las lenguas naturales están basadas usualmente en un sistema de signos sonoros aunque algunas pueden estar basadas en signos gestuales.

En la sociolingüística, el término lengua natural también se utiliza a veces como lengua étnica en contraposición a las lenguas planificadas (como el esperanto). La lengua étnica evoluciona enmarcada por una cultura de hablantes nativos que utilizan dicha lengua con una finalidad comunicativa. De esta forma, se distingue entre idiomas tales como el chino mandarín, el español y el inglés, las cuales son lenguas étnicas; y el esperanto, ido, interlingua, a las cuales se les denomina lenguas planificadas. Sin embargo, una lengua planificada también puede adquirir una cultura y hablantes nativos, como es el caso del esperanto. Además, formalmente las lenguas planificadas y las lenguas étnicas pueden cumplir igualmente con los requisitos de poseer sintaxis y principios de economía que las hagan aptas para la comunicación humana general.

Origen de los idiomas según la Biblia
Según la Biblia, en el relato del capítulo 11 del Génesis, hubo un hombre llamado Nimrod, el cual quiso construir una enorme torre que pudiese llegar hasta el cielo. Este hecho era contrario al propósito de Yahveh.Para evitarlo Yahveh (Jehová) "confundió el lenguaje de toda la gente que estaba allí para impedir que sigan construyendo la torre, y así los esparció sobre la faz de la tierra". Por eso la torre quedó con el nombre de Babel que significa confusión.
Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Génesis (11,7
La Biblia nos dice que el lenguaje fue un don de Dios dado al primer hombre. Adán no tiene que realizar todo un proceso de aprendizaje, pasando por etapas de balbuceos, gritos o gruñidos, antes de pronunciar la primera palabra correcta, sino que en el mismo acto creador le es infundida una lengua perfecta y compleja.

Características de las lenguas naturales
Modo de comunicación: es el canal vocal-auditorio el principal en el lenguaje humano (se produce el mensaje con la boca y se recibe con el oído). También puede darse el canal manual-visual.
Transmisión difundida y recepción dirigida: en el habla se emite un mensaje que se expande en todas direcciones y que puede ser escuchado por cualquiera; sin embargo, el sistema auditivo humano permite la identificación del lugar de donde proviene.
Transitoriedad: el mensaje humano es temporal; las ondas se desvanecen y el mensaje no persiste ni en el tiempo ni en el espacio.
Desarrollo interlocutivo o intercambiabilidad: un hablante, en condiciones normales, puede tanto emitir como recibir mensajes.


Retroalimentación total: el hablante puede escucharse a sí mismo en el preciso instante que emite un mensaje. Esto es importante para la realización correcta del habla.
Especialización: los órganos que intervienen en el habla, aparte de servir para sus funciones fisiológicas correspondientes, están especializados para el habla.
Semanticidad: la señal se corresponde con un significado en particular. Es un elemento fundamental de cualquier método de comunicación.
Arbitrariedad: no existe correlación entre la señal y el signo. Por ejemplo, los fonemas que crean la palabra nada en sí mismos no tienen relación alguna con ese concepto; en croata, por ejemplo, nada significa esperanza. No hay razón alguna para que el concepto carencia de algo debiera ser «nada» y no cualquier otra combinación de fonemas.
Discreticidad: las unidades básicas son separables, sin haber una transición gradual. Un oyente puede oír o «t» o «d», e independientemente de que lo escuche bien distinguirá o una u otra, sin escuchar una mezcla de ambas.
Desplazamiento: puede hacerse referencia a situaciones u objetos que no se sitúan por deíxis, en el «aquí y ahora», es decir, separados por el tiempo o distancia, o incluso sobre cosas que no existen ni han existido.
Doble articulación o dualidad: existe un nivel o segunda articulación en el que los elementos no poseen significado pero sí distinguen significado (fonema), y otro nivel o primera articulación en el que estos elementos se agrupan para tener significado (morfema). Los elementos de la segunda articulación son finitos, pero pueden agruparse de infinitas maneras.(Cf. Hjelmslev).
Productividad: las reglas de la gramática permiten la creación de oraciones nuevas que jamás han sido creadas, pero que pueden ser entendidas. (Cf. Competencia lingüística, gramática generativa, Chomsky).
Transmisión cultural: el lenguaje humano es un producto de una evolución histórica y se transmite entre generaciones. Cf. Cambio lingüístico, gramática histórica). Es posible que no se dé en el resto de formas de comunicación no humanas.

Prevaricación: el mensaje puede ser intencionadamente falso.(Cf. máximas conversacionales, Grice).
Función metalingüística: el lenguaje humano permite referirse a sí mismo; se puede decir que «altar» es una palabra masculina, y no se está haciendo referencia alguna al objeto, sino a la palabra en sí.

LOS SIGNOS DE PUNTUACION
Los signos de puntuación son signos ortográficos que indican la producción de una pausa en la oración, o bien para indicar el modo en que la misma debe ser entendida, como cuando usamos los signos interrogativos, los cuales nos señalan que dicha oración es una pregunta. En la ortografía del español, los signos de puntuación más utilizados son: el punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos, los signos de interrogación y admiración.
Los signos de puntuación tienen una función importantísima porque ayudan todo lo redactado pueda ser leído y comprendido de una forma fluida y clara.
Primera función: Es la de establecer una pausa en el enunciado. Si escuchamos a alguien o leemos un párrafo de un libro, siempre habrá un momento en que la redacción se detiene un momento y luego continúa. Es un proceso necesario para una lectura correcta y eficaz.
Segunda función: Sirve como indicar del sentido en que debe interpretarse una oración, al tiempo que le otorga una coherencia. La lengua escrita está llena de matice y tonalidades.
Gracias a las comas (,) y puntos (.) utilizados en el ejemplo, la oración queda mejor estructurada y rápidamente comprendemos todas las acciones que el sujeto (es decir, Juan) realizó.

El punto.
El punto es un signo en forma circular (.) usado con la función de señalar el final de una oración. Mediante el uso de este signo ortográfico, las oraciones pueden ser leídas en forma ordenada.
Con ayuda de los puntos, la lectura del texto es más fácil porque la información se encuentra dividida en varias partes.
Los puntos pueden ser de dos tipos: los puntos y seguidos, punto aparte y los puntos finales.
El punto y seguido señala el final de un enunciado dentro de un mismo párrafo.
El punto y aparte separa las oraciones de párrafos diferentes.
El punto final se cola al final de un escrito para señalar que su terminación definitiva.
Ejemplo: Poco debieron las ciencias físicas en el mundo antiguo al método experimental. Prescindiendo de la astronomía...

La coma
La coma es un signo de puntuación que tiene la forma de un pequeño gancho (,) y sirve para señalar una breve pausa dentro del enunciado.
Puede llegar a separar distintas palabras u oraciones, pero siempre deben rreferirse a un mismo tema.
Ejemplo: El suelo, la bóveda y las paredes de aquellos extensos salones, obra de la naturaleza, parecían jaspeados como los mármoles más ricos, pero las vetas que los cruzaban eran de oro y de plata, y entre aquellas vetas brillantes se veían, como incrustadas, multitud de piedras preciosas de todos los colores y tamaños.

El punto y coma.
El punto y coma es un signo de puntuación que tiene un diseño combinado de una coma en la parte inferior y un punto en la parte superior (;). Este signo se utiliza para indicar en la oración una pausa más larga que la señalada por la coma, pero no tanto como la expresada por el punto y seguido.
Ejemplo: El cura no dudó; le parecía muy natural la pretensión.


Los dos puntos.
Los dos puntos son signos de puntuación representados por dos pequeños puntos escritos uno encimo de otro (:). También tiene la función se indicar una pausa en el enunciado para llamar la atención del lector y poner énfasis en lo que sigue a dicho signo.
Ejemplo: Atrasar el reloj era inútil por dos razones tristemente conocidas: la primera, la proximidad del Cabildo, que escapaba a nuestra influencia; la segunda, el tacómetro de plata del portero, que, bien remontado, velaba fielmente bajo su almohada.

Los puntos suspensivos.
Los puntos suspensivos son signos de puntuación utilizados para establecer una pausa especial dentro del texto y que indica un suspenso. Se escriben en forma de tres puntos consecutivos (...)
Los puntos suspensivos dan la sensación de que la oración quiere inducir a un final impreciso o incompleto.
Ejemplo: Es un hermoso día, soleado, radiante, perfecto...

Signos de interrogación.
Los signos de interrogación (¿?) son signos de puntuación que sirven para indicar que la oración que precede o sigue a dichos signos, es una pregunta.
Ejemplo: ¿Cuántos años tienes?

Singos exclamativos.
Al igual que los signos interrogativos, los signos exclamativos, (¡!) también llamados “de admiración” dan un tono particular a la oración a la cual encierran porque, como bien su nombre lo afirma, le otorgan una entonación exclamativa con la intención de enfatizarla y llamar la atención del lector.
Ejemplo: ¡Qué hermoso día!
Los paréntesis (( ))
Se utilizan en los siguientes casos:
Cuando se interrumpe el sentido de un discurso con una aclaración, sobre todo si ésta no tiene mucha relación con lo anterior.
Ej.: Marta Tocino (la novia del futbolista) se presenta a las próximas elecciones.

Los corchetes ( [ ] )
Incorporan información complementaria como los paréntesis.
Se usan en los casos siguientes:
Dentro de un enunciado que va ya entre paréntesis para introducir una precisión.
Ej.: Una de las obras de Antonio Muñoz Molina (algunos la consideran como su mejor novela [1997]) es “Plenilunio”.
Cuando en un texto transcrito el editor quiere introducir una nota complementaria al texto.

Las comillas ( “ ” )
Se utilizan para:
Reproducir citas textuales.
Ej.: Me dijo muy claramente: “No quiero aceptar esta proposición porque pienso que no está a la altura de mis ambiciones”.

La raya (—)
Se utiliza en los siguientes casos:
Para encerrar aclaraciones que interrumpen el discurso. Se pueden sustituir por paréntesis.

El guión (-)
Se utiliza: Para separar (en determinados casos) los dos elementos que integran una palabra compuesta.
Ejs.: Es una lección teórico-práctica
El caballo es de origen hispano-árabe

LENGUAJE FORMAL

Un lenguaje formal es aquel en el que se han eliminado los términos del lenguaje ordinario y se emplean únicamente símbolos arbitrarios, de cuyo significado se prescinde  para dirigir la atención  exclusivamente sobre la relaciones entre dichos símbolos, expresando en formulas, tal como en el álgebra o en la lógica formal. Para algunos lenguajes formales existe una semántica formal que puede interpretar y dar significado a las fórmulas bien formadas del lenguaje. Sin embargo, una semántica formal no es condición necesaria para definir un lenguaje formal, y eso es una diferencia esencial con los lenguajes naturales.
Un lenguaje formal, en tanto que lenguaje artificial, está formado por los siguientes elementos básicos:
Unos signos primitivos del lenguaje, esto es su alfabeto.
Unas reglas de combinación de dichos signos, es decir una gramática que especifique cómo combinar unos signos primitivos con otros para tener expresiones bien formadas.
En nuestro caso, como buscamos aplicar el lenguaje formal a la reconstrucción de la estructura lógica del lenguaje natural, precisaremos de unas reglas que nos ayuden en la formalización o traducción de expresiones del lenguaje natural al de la lógica formal.



LENGUAJE ARTIFICIAL
Los lenguajes artificiales suponen una creación consciente, metódica, regida por convenciones arbitrarias y establecidas por los especialistas. Se requiere un aprendizaje deliberado y planificado para usarlas con algún propósito. Mientras los lenguajes naturales tienden hacia su diversificación, los artificiales tienden a su universalización: las matemáticas, o el dominio del latín en su momento y el inglés actualmente, no como lenguaje expresivo, sino como lenguaje-instrumento para el conocimiento científico-técnico, independiente de su dimensión de lenguaje expresivo. En cuanto al uso, los naturales son los que empleamos en la vida corriente, son nuestro modo de expresión habitual; mientras que los artificiales tienden a un uso restrictivo en sus diversos ámbitos científicos, o contextos técnicos o comerciales.

Un lenguaje artificial surge para resolver los problemas que plantea el lenguaje natural. Es el creado de una manera absolutamente consciente y voluntaria, a diferencia de la espontaneidad y lentitud que caracteriza a los lenguajes naturales. Han sido creados para responder a necesidades concretas y determinadas:
Necesidad de conocimiento: por ejemplo los lenguajes técnicos, que nos permiten concretar y que no haya ambigüedades.
Necesidad de comunicación rápida: por ejemplo el código de circulación, que es intuitivo, se basa en imágenes y es universal. Evita tener que traducir a diferentes lenguas.
Necesidad de comunicación universal: por ejemplo el Esperanto (lenguaje creado hace un siglo aproximadamente, pretendiendo que fuera universal para así evitar problemas de entendimiento).
Necesidad de comunicación a larga distancia: por ejemplo el Código Morse.
Necesidad de operatividad rápida: por ejemplo el lenguaje matemático, al que recurrimos para encontrar una respuesta más fácilmente. Nos olvidamos del lenguaje natural y utilizamos otros signos, que se organizan de acuerdo a otras reglas.
Aunque sólo pediste tres ejemplos de lenguaje artificial, permíteme aclararte que cualquier tipo de lenguaje técnico o profesional creado por hombres de una rama científica, actividad deportiva, oficio, arte y hasta las jergas que comúnmente crean jóvenes para comunicarse entre sí de manera explícita y sin caer en ambigüedades o confusiones, puede y es incluido dentro de lo que se denomina lenguaje artificial.

Para los fines comunicativos cotidianos los seres humanos utilizamos los llamados lenguajes naturales, que son códigos lingüísticos que nuestra especie ha ido forjando a través de miles de años de evolución y que cada individuo es capaz de aprender en unos pocos años.
Sin embargo, el lenguaje natural, con la fundamental importancia que tiene, parece inadecuado para determinados fines. En ocasiones este tipo de lenguajes contienen ambigüedades, imprecisiones, que lo hacen inadecuado para determinados fines. Es obvio que una teoría científica será mucho más poderosa si pudiera formularse en un lenguaje construido a propósito, a la medida para captar todos los matices y complejidades de su objeto de estudio sin ambigüedades y con total precisión.
Es esta necesidad la que ha llevado a los seres humanos a construir lenguajes artificiales para determinados fines. Por ejemplo, la matemática es uno de estos lenguajes, que permite formalizar con una increíble precisión teorías físicas. Para transmitir órdenes a los ordenadores para que ejecuten ciertas tareas es preciso hacerlo utilizando un lenguaje de programación, que también es un lenguaje artificial.
Pues bien, la Lógica es uno de estos lenguajes artificiales creados por el hombre, y pretende ser un instrumento de precisión para la correcta ordenación del pensamiento. En esta sección estudiaremos brevemente cómo se pasa del lenguaje natural al artificial de la lógica, así como la estructura de este lenguaje lógico, sus elementos constitutivos básicos.

HISTORIA DE LA RETÓRICA

La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literaturaciencia política, publicidad, periodismo , ciencias de la educaciónciencias socialesderecho, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje, puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética, añadida a su finalidad comunicativa.
Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica, donde se entendía, en palabras de los tratadistas clásicos, como el ars bene dicendi, esto es, la técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario (etimológicamente, la palabra es un helenismo que proviene del griego ρητορική [τέχνη], «rhetorikè (téchne)»).
La retórica se configura como un sistema de procesos y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos.
En principio, la retórica se ocupó de la lengua hablada, pero su saber trascendió al discurso escrito e influyó poderosamente en la literatura cuando la palabra escrita ganó prestigio en el régimen imperial en Roma, si bien el discurso escrito suele considerarse como una transcripción limitada o imitación estrecha del discurso oral.

La Edad Media
Durante la Edad Media, de los tres géneros oratorios, el judicial, el deliberativo y el epidíctico, entraron en decadencia el género deliberativo y el epidíctito, es decir, la oratoria política y la artística, ya que la militarización del imperio hacía inútil los conocimientos de la oratoria; sin embargo sus conocimientos fueron transvasados a la literatura en general, que se retorizó notablemente perdiendo bastante de su inspiración originaria y su frescura. Así lo vino a concluir el gran estudioso de la literatura medieval Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media latina, traducido al castellano en 1955.

Época Contemporánea
La retórica contemporánea ha prescindido general, quienes quieren persuadir o convencer del discurso oral y, por tanto, de entre las cinco fases de elaboración del discurso(invención, disposición, elocución, memoria y acción) de las dos últimas de índole práctica, la memoria y la acción. Se considera actualmente que es útil para actores, abogados, psicólogos, políticos, publicitarios, escritores, vendedores y, en algo.


Figuras Retóricas
Se conocen como figuras retóricas aquellos recursos que permiten alterar la sintaxis para darle un determinado sentido al comunicado. Sirven para desviar al interlocutor a un sentido figurado de lo que se está expresando, evitando que se centre en el sentido literal o en el orden real de las palabras.

Existen cuatro tipos de Figuras Retóricas:
Figuras de Dicción: alterando la composición de las palabras o las frases se puede conseguir un determinado efecto en el interlocutor. Las figuras de dicción pueden ser de transformación o metaplasmos (se alteran las palabras y no los significados), de repetición (se utiliza la reiteración de ciertos vocablos en un mismo discurso), de omisión (se eliminan ciertos elementos) y de posición (se cambian de lugar determinados elementos dentro de una misma frase).

Tropos: se sustituye una expresión por otra para darle un sentido figurado a la oración. Entre los tropos más conocidos se encuentran la metáfora (una comparación en la que no se nombra el elemento comparativo), la alegoría (representación de una idea valiéndose de formas humanas, animales o de objetos cotidianos), la hipérbole (exageración de la verdad para darle un peso mayor o menor del que en realidad tiene), el énfasis (utilización de un término en un sentido específico y restringido) y la ironía (expresión que permite dar a entender lo contrario a lo que se está diciendo).

Figuras de Repetición: a través de la repetición de un sonido, palabra u oración se le puede dar al mensaje un peso determinado. Entre las figuras más conocidas se encuentran la aliteración (se repite un mismo sonido para causar una determinada sensación), la concatenación (repetición de palabras que se encuentran unidas en el discurso para darle un determinado ritmo o color al mismo) y la epífora (se repite una palabra que ya se ha utilizado en el discurso para darle un cierre al párrafo causando una determinada impresión).


 Figuras de Construcción: consiste en agregar o quitar determinadas palabras o sonidos al discurso sin que por ello se produzca una ruptura en el sentido. Una de las más conocidas es la repetición, la cual puede utilizarse en diferentes momentos del discurso para enfatizar y lograr que el interlocutor comprenda el sentido del mensaje, a través de la reiteración constante de ciertos términos y estructuras discursivas.

Preguntas Retóricas
Cuando preguntamos algo a alguien, lo que solemos hacer es interpelar a la persona en cuestión con el objetivo de que nos brinde una respuesta con la información que buscamos. De esta manera, podemos preguntar dónde queda una dirección o qué hora es, por citar dos preguntas frecuentes.

Hay preguntas, sin embargo, que se realizan sin esperar una respuesta. Se trata de las denominadas preguntas retóricas, que incluso pueden no contar con un destinatario específico.
Estas interrogaciones pueden considerarse como una figura literaria o un recurso expresivo. A diferencia del resto de las preguntas, que apuntan a obtener un dato del interlocutor, las preguntas retóricas intentan que el oyente reflexione sobre un asunto o que adopte un cambio en su conducta.

LÓGICA VS. RETÓRICA
El método para imponer la verdad de cada uno es la retórica, el arte de hablar bien y convencer; se usaba en las teorías sofistas que proponían un relativismo moral, (tu punto de vista es tan válido como el mío) y un uso manipulador de la retórica con tal de ganar en las discuciones: ¨lo verdadero puede ser falso y lo falso verdadero¨

La dialéctica: paso del mundo sencible al mundo inteligible, a diferencia de la retórica, ésta busca más una verdad del verdadero conocimiento: El hombre sabio se esfuerza por comprender las ideas y salir de la ignorancia, su meta es el verdadero conocimiento o del mundo inteligible. En la dialéctica, el uso de la retórica es rechazado, pues es el uso de opiniones sin fundamentos: El hombre en general se deja llevar por la inmediatez de los sentidos, el que se deja llevar por las opiniones siempre estará en la ignorancia (Platón). 

La lógica formal estudia la forma y estructura de los razonamientos, no su contenido; la dialéctica es una técnica de razonamiento que procede a través del despliegue de una tesis y su antítesis, resolviendo la contradicción y la formula con una síntesis final, permite refutar un argumento con su contrario.

“USO DE LA LÓGICA Y LA RETÓRICA EN EL DERECHO”

El tema referido, más que aplicado al derecho en general, lo  consideramos aplicado al ejercicio de la profesión del abogado. Ya que precisamente del uso adecuado de la lógica y la retórica, es que nace la figura del abogado en la Grecia del siglo V A.C. cuando cada persona, en los tribunales, era responsable de llevar sus propias causas, los sofistas fueron llevados como testigos, de hechos que muchas veces ellos no habían presenciado, y su presencia allí se debía a su habilidad para argumentar y hacer buen uso del discurso.

APLICACIÓN DE LA LÓGICA Y LA RETÓRICA EN EL DERECHO
El ejercicio de la carrera de abogado, y el derecho en sentido general, se basa en el discurso, es decir en la oratoria, en el buen uso de la palabra y por lo tanto en la aplicación de la retórica.
El discurso argumentativo, que es el discurso propio de derecho, debe fundamentarse en la lógica, tanto en la interpretación como en la aplicación de las leyes  a los distintos casos y situaciones.
En todo caso que se juzgue desde el derecho, siempre habrá dos posiciones encontradas o contrapuestas,  las cuales, ante la misma situación y en base a las mismas leyes, cada una tratará de demostrar que tiene la razón y el derecho, lo cual desde cierto punto es contradictorio porque ambas partes, siendo posturas contradictorias, no pueden ser ambas verdaderas. 

Esto es comprensible porque las leyes son interpretativas. Es decir, que cada quien las puede interpretar a su manera y formularse su propio punto de vista respecto a una misma situación. Y es aquí en donde la lógica y la retórica juegan su papel, elaborando discursos y razones que sustenten las acciones de los hechos juzgados.  Por lo tanto, el que juzga deberá formular su juicio, no en base a las verdades, sino a las demostraciones que se presenten sustentadas en las pruebas aportadas. Es decir, que el discurso lógico y bien sustentado, constituye los elementos de razón que avalan las pruebas.

La lógica como ciencia constituye el instrumento formal básico y más importante para el estudio, análisis e interpretación de las normas que constituyen la columna vertebral del derecho, como también la lógica implica la única garantía de una debido proceso para lograr una buena y correcta sentencia procesal para crear jurisprudencia con las mejores ejecutorias que equivalen a leyes buenas dadas por los legisladores de la más alta calidad intelectual que favorece a las mayoría; para convivir en paz y tranquilidad.

Una de las herramientas fundamentales del derecho es la forma de cómo se presentan y están estructurados los argumentos para validar ciertas posturas; en este punto es donde se ve la utilidad de la lógica. La posibilidad de poder argumentar nuestra posición, de dar razones de nuestras ideas, el sustentar sólidamente una posición.

La lógica es un instrumento para conocer la verdad, nos sirve para pensar correctamente, sin incurrir en el error. El conocimiento de las leyes lógicas tiene además importancia porque puede ayudar a la solución de problemas en los cuales se trata no sólo de la regulación de conflictos de intereses, sino que también pueden surgir problemas a raíz de las dificultades del lenguaje, especialmente de los límites de su capacidad de expresión. Otro punto de gran inferencia notable de la lógica se encuentra en la motivación de los tribunales.

La Lógica participa en  el desarrollo científico del derecho, propiciando el logro de una justicia verdadera sin exclusión de ningún tipo.
Así como la lógica tiene la tarea de ordenar nuestras ideas o nuestro discursivo permitiéndonos distinguir los razonamientos correctos de los incorrectos, así el derecho tiene la tarea de ordenar las acciones sociales, permitiéndonos distinguir las lícitas de las ilícitas.

















Conclusión

Concluimos este trabajo de investigación y análisis puntualizando algunos conceptos e ideas que consideramos importantes.
En nuestra vida cotidiana utilizamos el lenguaje natural y a medida que nos vamos formando en un  área del conocimiento empleamos el leguaje formal y lenguaje artificial.
En otro orden, la retórica es un arte que podemos cultivar, el arte del bien decir. A través de ella podemos, convencer, persuadir y conmover.
En cuanto al derecho, hemos visto lo indispensable que han sido estas dos disciplina, ya que precisamente del uso adecuado de la lógica y la retórica, es que nace la figura del abogado en la Grecia del siglo V A.C. cuando cada persona, en los tribunales, era responsable de llevar sus propias causas, los sofistas fueron llevados como testigos, de hechos que muchas veces ellos no habían presenciado, y su presencia allí se debía a su habilidad para argumentar y hacer buen uso del discurso.

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